Friday, January 21, 2011

EFECTOS INFLACIONARIOS DE LA POLITICA MONETARIA DEL FED

Los titulares de los principales periódicos anuncian noticias muy preocupantes: “Precios de los alimentos en su nivel más alto desde que se tiene registro”; “Precio del petróleo aproximándose a US$ 100/barril con expectativas de mayores precios”; “Precio del oro en niveles de record histórico”.
¿Qué está sucediendo en el mundo? ¿Los chinos se han vuelto más glotones o han cambiado su dieta? ¿Los hindús están comprando masivamente “hummers”? ¿Las damas rusas o brasileñas están usando más joyas? Nada de eso. La respuesta hay que buscarla en la política monetaria del país más grande del mundo y cuya moneda sirve de reserva global.
A lo largo de los últimos 2 años la Reserva Federal se ha embarcado en un proceso de expansión monetaria como nunca antes se ha visto en este país. Durante el 2008-2009 la base monetaria de los EEUU creció en más  del 100% merced al denominado “quantitative easing 1” o QE1. Con el QE1 entre Marzo 2009 y Marzo 2010, la Fed compró US$1.25 trillones en mortgage-backed securities, US$300 billones en U.S. Treasuries y US$200 billones en deudas de agencias (como Fannie Mae y Freddie Mac).  Gracias a la implementación de QE1, la bolsa de Wall Street recuperó parte de su dinamismo (el índice S&P 500 creció 67% en ese periodo), pero la economía real no logró remontar la tasa de desempleo que ronda actualmente el 10%.  Y para el 2011, la Fed ha anunciado una segunda ola de creación de “dinero de alto poder” en lo que se ha denominado “quantitative easing 2 -QE2”.  El QE2 es un recurso poco ortodoxo de política monetaria que apunta a comprar hasta US$ 900 billones de instrumentos de largo plazo mediante la creación de dinero por parte de la Fed, con el propósito de no solo bajar las tasas de corto plazo (que ya están en niveles cercanas a cero gracias a la primera ronda de shock monetario QE1 en la que compró papeles de corto plazo) sino también las tasas largas para promover la restitución del crédito en los EEUU para corporaciones, pequeñas empresas y consumidores en general (el credit channel). Esto va a hacer que la base monetaria de los EEUU vuelva a crecer en más del 25% durante el 2011.
Según los opositores a este “maquinazo” de la Reserva Federal (en su mayoría economistas ligados al ala republicana y a la escuela de Chicago), esta política va a generar inflación y un debilitamiento del dólar en el mercado internacional, y en cambio, no va atacar efectivamente el  problema del alto desempleo que la Fed intenta atacar. En respuesta, los que apoyan a la Fed en su agresiva política monetaria – como Paul Krugman, The Economist y los economistas más ligados al ala demócrata – dicen “ojalá esta medida genere inflación pues ello significaría que el QE2 es efectivo en movilizar la demanda interna.” Resulta obvio que Krugman, Bernanke & cía. tienen en su mente un modelo de Curva de Phillips de economía cerrada en la que “si la política monetaria es inflacionaria ergo reduce el desempleo”. El problema es que QE2 podría generar inflación sin afectar el empleo si lo que hace es generar una burbuja de precios en commodities (alimentos y petróleo sobre todo) que podría generar algún incremento de precios internos en los EEUU – vía importaciones – sin mayores efectos reales.
El tema central es que los bancos de los EEUU están sentados en una montana de liquidez, no requieren más dinero para volver prestar nuevamente. El problema es que las empresas y las familias en los EEUU están aun sobre-endeudados y esta situación no se ha corregido desde que estalló la crisis hace 2 años. El proceso de deleverage va a tomar tiempo y sólo entonces se restituirá el crédito. Esta nueva política de la Fed de crear dinero y dárselo a los bancos en forma masiva a tasas prácticamente de cero, solo genera el incentivo para que los bancos se dediquen a su deporte favorito: timbear en el mercado de futuros de commodities. La reciente ola de crecimiento en los precios de los futuros de commodities, podría estar reflejando el hecho que la Fed está inflando otra burbuja especulativa en el mercado internacional. Algo similar ya sucedió antes: en los doce meses entre julio del 2007 y junio del 2008 cuando el barril de petróleo subió de US$ 60 a US$ 147 a pesar de que la demanda física estaba cayendo producto de la crisis y la oferta mundial estaba al tope de su capacidad. Hacia mediados del 2008, un barril de petróleo era transado 27 veces – en promedio – antes de ser vendido y consumido. Y luego cayó a US$ 33 por barril cuando la burbuja se desinfló.
Aun es muy temprano para evaluar si efectivamente el QE2 podrá dinamizar la economía norteamericana como optimistamente creen sus diseñadores. Lo que sí parece estar produciendo el QE2 es un gran efecto nocivo en el resto del mundo, donde millones de personas pueden caer nuevamente por debajo de la línea de pobreza al no poder consumir el mínimo de calorías requeridas para trabajar y producir, donde muchos países importadores de alimentos y petróleo (algunos de ellos en América Latina) van a sufrir las consecuencias de esta nueva burbuja especulativa. Si algo hemos aprendido en los últimos 50 años es que los shocks monetarios no son gratuitos y pasan siempre la factura con efectos- reales y nominales - muy significativos. Chávez bien podría erigirle una estatua a Bernanke.

15.01.11

3 comments:

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